El espacio no es solo la ausencia del diseño

La ilusión de espacialidad es grandemente afectada por la complejidad del diseño. Un espacio minimalista emana su espacialidad en la ausencia de materia. Un espacio abierto crea la sensación de no tener limite, aunque se cree de otras formas. El tamaño de un espacio puede ser el mismo, pero es el estilo de diseño es el cual enfatiza y exagera su dimensión.

Un diseño que esté formado sencillamente hace que el observador mire el espacio como gran parte de la obra. Al contrario, un espacio lleno de formas intrínsecas conmueve al observador a fijarse en cada una de ellas. De lejos aparenta una obra maestra, pero el ojo irá al detalle y se convertirá en segundo plano el espacio que está formando. Cuando se refiere a un espacio simple, no se limita a ángulos rectos, texturas lisas, ni ausencia de estilo. Sino se refiere a un ambiente con un alto de nivel de congruencia, para poder formar la ilusión de espacialidad.

Otra forma de crear esa ilusión de espacialidad es permitiendo la entrada del exterior a la pieza. No importa cuan grande sea, si esta completamente cerrada, va a sentirse de cierta forma limitante. Al incluir ventanas, puertas, cristales, huecos… Se crean áreas donde hay continuidad al exterior. Eso da la falsa sensación de no estar dentro completamente; por ende, se sentirá más espacioso. Aparte del efecto psicológico que tiene la luz solar de evocarnos el pensar de estar afuera.

Pensar en la espacialidad de una pieza es tan importante como pensar en el diseño material de ella. El espacio es donde el ser humano va a experimentar su creación. Por eso el enfoque debe ser en su espacio, no solo su diseño. Ya que si todo el pensamiento creativo va a la estructura la ilusión de espacialidad será grandemente afectada.