Reflexión del documental: Baraka

Nuestro mundo presentado crudo. Solemos buscar la belleza en áreas designadas o aspectos definidos. La percepción de nuestra realidad queda drásticamente editada por nuestro entorno social. Por ende, perdemos ese toque de apreciar lo que nos rodea. Cada detalle de nuestro alrededor es único a nuestro planeta. Jamás se encontrarán dos hojas exactamente iguales en el mismo lugar y durante el mismo tiempo. Eso nos deja concluir que la vida es pasajera. Lamentablemente hay muchos que no llegan a disfrutar a cabalidad la experiencia.

Vemos como es que nuestros alrededores impactan a nuestra humanidad. Dado a lo que tengamos para disponer, hemos creado una cierta cultura. Nuestros avances en algún momento se imaginaron como imposible, pero hoy día existen. Certificamos que no hay un verdadero limite a parte de nuestra imaginación. Tenemos la habilidad de aprovechar al máximo los instrumentos que la tierra nos provee. Junto a esta entrega tan física existe la espiritual. Cada sociedad no solo se ha desarrollado en el ambiente físico sino en el ambiente inmaterial. Hacemos esto para buscar una paz interior que surge en la constante pelea del no saber. Buscamos nuestras maneras de apaciguar esta ansiedad del desconocer ya sea mediante rituales, cantos, tradiciones, series de repeticiones y más. Somos seres conscientes de lo que es la oportunidad de la vida. En un mundo que existe y existirá por trillones de años, cada uno hemos tenido un segundo microscopio para impactarlo. Como muestra el documental, todos somos una parte de un gran colectivo. Aportando algo que nosotros podemos sentir como ínfimo, posiblemente le cambiemos la narrativa a otro.

Hay belleza en todo. No solamente los paisajes ocultos esconden maravillas, cada segundo tiene su propia. Al establecer esto, no me refiero a maravilla necesariamente como de tener un limite positivo. En todo se encuentra cierta magia, cierta vibra, que sea a tu agrado o no, no afecta el resultado. Este te hará sentir algo, en eso recae la maravilla. Como diariamente nos en ciclamos en las mismas, estas pierden su elegancia. No obstante, como se vio en el documental, cada una es cruda y preciosa. Es importante apartarnos de nuestra realidad individual para poder apreciar todo lo que ya no vemos. Debemos siempre explorar cada rincón y buscar esa maravilla en cada aspecto de nuestra vida.